Normalmente una lupa se utiliza para observar objetos que se colocan aproximadamente sobre el foco de la misma para poder ver una imagen virtual ampliada de los mismos. Pero inviertiendo el proceso podemos descubrir otra poderosa aplicación. Si hacemos pasar los rayos del Sol (que podemos considerar que llegan paralelos) a través de la lupa y colocamos una hoja de papel justo a la distancia focal de la misma, toda la energía se va a concentrar en un punto, elevando la temperatura de tal manera que la hoja podrá incluso empezar a arder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario