Max Planck hizo una chocante suposición, probablemente basándose sólo en argumentos matemáticos, para intentar encajar el espectro de emisión de un cuerpo negro que se registraba experimentalmente: la energía de las partículas responsables de la emisión se tenía que distribuir en paquetes discretos de energía múltiplos naturales de la frecuencia con que se emitían.
La consecuencia de esta suposición es que ahora para calcular el valor medio de las partículas en lugar de resolver una integral (como deber ser el caso cuando la energía se supone que se distribuye de forma continua) lo que hay que calcular es una sumatorio cuya expresión final se deduce aplicando las fórmulas de las series geométricas.
La fórmula que se obtiene ahora si que concuerda completamente con el espectro registrado y además se confirmaría con dos leyes más relacionadas con éste:
- la Ley de Wien.
- la Ley de Stephen-Boltzmann.
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