El ácido sulfúrico fue creado por primera vez por el alquimista árabe Jabir Ibn Hayyan en el siglo VIII. Este y otros alquimistas árabes aprendieron a obtener ácido sulfúrico a partir de un proceso de destilación seca de dos minerales que contenían sulfato de hierro (II) hidratado y sulfato de cobre (II). Al calentar estas sales se obtenía óxido de hierro (II), óxido de cobre (II), agua y óxido de azufre(II). Estos dos últimos compuestos son los que reaccionan para formar una disolución diluida en agua de ácido sulfúrico.
El ácido sulfúrico es muy importante por sus propiedades para atacar los metales o reaccionar con ciertas sales simples para crear otros ácidos, como el ácido clorhídrico.
Resuelta pues capital que seamos conscientes cuando y cómo se descubrió, pues resultó un compuesto esencial, por su reactividad, para propiciar el desarrollo de la Alquimia. Gracias al ácido clorhídrico, que en la Europa renacentista se creaba a partir de ácido sulfúrico y cloruro de sodio (sal común, los químicos neumáticos tuvieron la sustancia reactiva que era capaz de producir los diferentes tipos de gases que se descubrieron, según el metal o compuesto con el que reaccionaban.
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