Los dos principales tipos de reacciones químicas bajo estudio empírico en el siglo XVIII eran las reacciones entre gases y la calcinación de los metales.
La calcinación de metales de hecho venía aplicándose ya desde mucho tiempo atrás como procedimiento práctico de separar un metal puro de los componentes con los que normalmente se encuentra mezclado en la naturaleza (normalmente agua, dióxido de carbono y dióxido de azufre) y se fundamenta en la sometimiento de los materiales a elevadas temperaturas normalmente en hornos especialmente preparados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario