El camino que llevaría a la postulación y posterior descubrimiento experimental del electrón vino de la mano de unos tubos de vidrio, cuyo primer prototipo se le atribuye al físico alemán Heinrich Geissler y fue creado en el año 1850. La clave para realizar el experimento que pondría de relieve la existencia de unos misteriosos rayos lumínicos que, tras años de perfeccionamiento tecnológico e investigación se relacionarían con el electrón, son dos:
- de un lado la capacidad de generar condiciones de baja presión en los gases contenidos en el tubo.
- de otro lado el avance en la tecnología de generación de corriente continua, lo que permite para este dispositivo llegar a diferencias de potencial del orden de millones de voltios entre sus dos electrodos.
Llegado a un cierto umbral de baja presión se produce una débil luminosidad que es la que dio pie a seguir estudiando este fenómeno con tecnología cada vez más avanzada.
A modo de curiosidad estos tubos fueron utilizados para anuncios luminosos. Además, según el tipo de gas y las condiciones de presión y temperatura son capaces de emitir luces de diferentes colores. No tienes más que buscar "tubos de geissler" en youtube para encontrar un montón de ejemplos de llamativos efectos lumínicos que se pueden obtener con estos tubos.
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