La intensidad de una onda se define como la cantidad de energía de la onda que atraviesa una superficie de un metro cuadrado por segundo. Es decir, que la intensidad de una onda viene dada por la energía de la misma por unidad de superficie y de tiempo; o lo que es lo mismo, potencia [Wattios] por unidad de superficie.
Dado que la energía de la onda es directamente proporcional al cuadrado de la amplitud, la intensidad será igualmente proporcional a la amplitud al cuadrado.
Por otro lado, la intensidad de la onda irá disminuyendo, con lo que la onda se irá atenuando, a medida que se aleje del punto donde se genera, al ser inversamente proporcional al cuadrado de la distancia a tal punto, ya que en el espacio consideramos superficies esféricas cuya área depende del cuadrado del radio.
Pero una cosa es la intensidad de la onda y otra es la percepción auditiva que podemos tener de un sonido en nuestro oído. Para esto último se utiliza una magnitud que se conoce como decibelio [dB]. Nuestra percepción del sonido es tal, que percibimos el doble de fuerte cuando un sonido tiene 10 veces más intensidad que otro. Y esta es la razón por la que se utiliza una escala logarítmica en la definición del decibelio. Además, por razones históricas, se le antepone el prefijo 'deci' al multiplicar el logaritmo por un factor 10. La magnitud original, el 'Bell', se debe al célebre inventor de la telefonía Alexander Graham Bell.
Pero una cosa es la intensidad de la onda y otra es la percepción auditiva que podemos tener de un sonido en nuestro oído. Para esto último se utiliza una magnitud que se conoce como decibelio [dB]. Nuestra percepción del sonido es tal, que percibimos el doble de fuerte cuando un sonido tiene 10 veces más intensidad que otro. Y esta es la razón por la que se utiliza una escala logarítmica en la definición del decibelio. Además, por razones históricas, se le antepone el prefijo 'deci' al multiplicar el logaritmo por un factor 10. La magnitud original, el 'Bell', se debe al célebre inventor de la telefonía Alexander Graham Bell.
No hay comentarios:
Publicar un comentario