El magnetismo y su interrelación con la electricidad, cómo todo, surgiría de la experimentación y empezaría a dar sus pasos como teoría electromagnética de la mano de un hombre dotado de un gran talento intuitivo como fue el célebre Michael Faraday.
No en vano toda ciencia para completar sus procesos cognitivos requiere de diversos tipos de talento. André-Marie Ampère fue un aplicado y riguroso científico quien con tesón y esfuerzo aprendió a usar el lenguaje de las matemáticas para la descripción de los fenómenos naturales a través de sus formulación simbólica.
Ampère pudo completar sus estudios científicos con el dinero de la herencia de su padre, un prestigioso jurista de la época que dejó la vida en la guillotina en el agitado periodo de la Revolución Francesa.
Una de las aportaciones de este noble científico fue la fórmula que expresa de la forma más general posible la fuerza magnética de interacción mútua entre dos corrientes eléctricas, cualquiera que sea su forma y disposición en el espacio. En esencia, esta fórmula no hace sino generalizar la fuerza magnética hallada entre dos corrientes rectilíneas paralelas y cuyo valor se puede medir de forma empírica utilizando una balanza de corrientes.
Podemos observar cómo la fórmula hace uso del producto vectorial de dos vectores, una operación que genera un tercer vector perpendicular a los dos primeros. También vemos un pequeño circulo en el símbolo de la integral, lo que nos indica que esta operación se deberá realizar siempre sobre un circuito cerrado, lo cual por otro lado es lógico, pues una corriente eléctrico no puede sino circular en un circuito cerrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario