Los circuitos de corriente alterna surgieron a raíz del generador de corriente alterna cuyo desarrollo se produce tras el descubrimiento del principio de inducción electromagnética por Micheal Faraday y su utilidad para la generación, transporte y consumo de electricidad a gran escala se confrontó con la utilización de la corriente continua. La explotación de ambos tipos de energía eléctrica para fines comerciales fue liderada por dos ilustres personajes, Thomas Alba Edison y Nikola Tesla, cuyas disputas y competencias pasarían a los anales de la Historia, también por los intereses económicos que hubo detrás de ese motor de progreso.
El paso del tiempo pondría de relieve las innumerables ventajas de la corriente alterna, sobre todo a nivel de su distribución, aunque cada una encontraría su espacio. Además la corriente alterna daría pie a aplicaciones específicas, cuyo caso no se podía dar para la corriente continua. Las principales de estas aplicaciones derivan del principio de resonancia cuya esencia se puede dilucidar analizando un circuito serie RLC. De estas aplicaciones, las más conocidas hoy en día son la radio y la televisión, equipos electrónicos capaces de sintonizar una determinada emisora utilizando un elemento variable para centrar la frecuencia de resonancia en la propia de la emisora.
El elemento clave para dar ventaja a la corriente alterna frente a la continua es el transformador eléctrico. Gracias al transformador, se puede fácilmente y de forma segura convertir la energía generada por la planta eléctrica a alto voltaje, con lo cual es distribuida con unas pérdidas mínimas a grandes distancias. Y luego, en las ciudades, puede ser bajada a bajo voltaje para su consumo. Nada de esto puede realizarse con la corriente continua, con lo que su uso se ve limitada a las inmediaciones de la planta generadora, por más potente que sea ésta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario