El experimento de la cámara oscura muestra algo sencillo, que aunque es totalmente lógico al someterlo a análisis, no deja de sorprender. Si a una cámara oscura cerrada herméticamente se le aplica un pequeño agujero por el que pueda entrar la luz, la imagen que se forma en su interior es la réplica invertida de la imagen procedente del exterior.
Esto solamente se puede explicar asumiendo una premisa elemental: los rayos de luz se tienen que propagar en línea recta.
Este experimento lo realizó Alhazen de Basora hace alrededor de 1000 años, llegando a la misma conclusión. Al postular que los rayos de luz viajan en línea recta se terminaron de poner los cimientos de la Óptica Geométrica (que además asume las leyes de la reflexión y la refracción).
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