En el motor síncrono la frecuencia de giro del rotor coincide con la frecuencia del campo magnético giratorio creado por el estator, el cual normalmente se alimenta con corrientes trifásicas provenientes de la red de suministro eléctrico.
En el modelo más simple posible de motor síncrono trifásico tendremos tres pares de polos, los cuales asociamos al estator, distribuidos de forma simétrica sobre un círculo exterior. Estos pares de polos al estar debidamente asociados con las corrientes trifásicas alternas generan un campo magnético giratorio. En el interior del motor, una pieza móvil, el rotor, constituida normalmente por un devanado o bobina alimentada por corriente continua, actuará como una brújula que gira a velocidad constante buscando acoplarse permanentemente al campo giratorio externo.
En los motores comerciales la frecuencia de giro dependerá directamente de la frecuencia de la red de suministro y el número de pares de polos que tenga el estator. Normalmente este es un dato que se da en revoluciones por minuto. De ahí que se multiplique por un factor 60 para pasar los hercios (Hz) o ciclos por segundo a rpm (revoluciones por minuto). Lo motores síncronos son más estables y por lo general tienen un mejor rendimiento que los asíncronos. Su velocidad de giro no cambia pese a eventuales variaciones en el voltaje de la red eléctrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario