Tanto los conos como los bastones son células neuronales muy complejas y altamente especializadas, con un cuerpo alargado, el núcleo localizado en la zona central, una parte externa donde se encuentran los receptores fotosensibles y una parte interna que conecta con el nervio óptico.
En número los bastones son mucho más abundantes que los conos (hay unas 20 veces más en el ojo humano) y su función tiene más que ver con la visión en la oscuridad. Las moléculas de fotopigmento de los bastones se disponen en una serie de láminas paralelas e independientes.
En cambio los conos están especializados en la detección de la luz en determinadas longitudes de onda que se corresponden básicamente con los colores azul, verde y rojo. Los conos presentan una única lámina fotosensible que se pliega sobre sí misma un número de veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario