El aire pesa. Sí señor. Y aunque no lo veamos no está vacío. La presión atmosférica es la fuerza por unidad de superfície que la atmósfera realiza debida cuenta de su peso. En condiciones normales, para un ser humano esa presión atmosférica se corresponde con la presión que sentiríamos si tuviéramos una columna de agua de unos 10 metros de altura sobre nosotros. Esto lo saben bien los submarinistas, conocedores de que cada 10 metros añadidos de profundidad en el agua del mar tienen que soportar una atmósfera más de presión.
El aparato de medida que permite medir la presión absoluta en cualquier punto de la Tierra, incluyendo la presión atmosférica, se llama barómetro. El primer barómetro de la historia se basó en la experiencia de Torricelli.
La unidad de medida de la presión atmosférica es la atmósfera (atm) y su valor en condiciones normales es de 1 atm, aunque en el día a día ese valor variará ligeramente debido a cambios climatológicos. Una atmósfera de presión es igual a 760 mm Hg.
La unidad de medida de la presión atmosférica es la atmósfera (atm) y su valor en condiciones normales es de 1 atm, aunque en el día a día ese valor variará ligeramente debido a cambios climatológicos. Una atmósfera de presión es igual a 760 mm Hg.
Pero si lo que se quiere es medir presiones relativas (entre dos puntos), entonces lo que hay que utilizar es un manómetro.
Presión absoluta = Presión relativa + Presión atmosférica
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