Descubierto y aclarado el concepto de presión la comunidad científica empezó a preocuparse por el vacío. Eso condujo al desarrollo de tecnología para poder generar ese vacío y a experimentos muy llamativos como el de las esferas de Magdeburgo.
La naturaleza intrínseca del vacío fue y es hasta hoy en día tema de apasionante debate. Durante años se negó la existencia absoluta del mismo y se abogó por que el espacio a fin de cuentas estuviera llenado por completo por una sustancia invisible llamada éter responsable entre otras cosas de la propagación de las ondas de luz. El argumento tenía mucho sentido a tenor de la clara demostración experimental de que las ondas de sonido no se pueden propagar por el vacío.
Pero por suerte o por desgracia el experimento de Michelson-Morley demostró que eso era falso.
No en vano el desarrollo de las tecnologías de generación de vacío permitieron la creación y perfeccionamiento de los tubos de rayos catódicos gracias a los cuáles, a la postre, se descubría el electrón, piedra angular sobre la que se podría vislumbrar la "verdadera" estructura de la materia.
La introducción de rejillas de control en estos tubos de vacío llevó a la generación de válvulas de vacío utilizadas en los primeros transmisores y receptores de radio.
A día de hoy el concepto de vacío se ha vuelto extremadamente sofisticado. Nuevos modelos conceptuales como la aceptada Teoría Cuántica de Campos o la todavía no verificada experimentalmente Teoría de Cuerdas arrojan una concepción nueva del vacío en la que se le trata como un campo de fuerzas propio y con capacidad de contener un potencial energético que pueda dar cuenta de lo que se conoce como energía oscura.
Algunos incluso van más lejos y desarrollan toda una nueva física entorno a un nuevo y atractivo abortamiento del vacío como la contraparte dual de la materia existente y como tal poseedora de una estructura, que en particular se propone que sea de naturaleza fractal. Es algo bonito aunque imposible de demostrar (y por tanto también de rebatir) y tiene la pega de que carece de complejidad y por lo tanto no puede almacenar apenas información y mucho menos ser una fuerte inagotable de energía. La información es un concepto que está estrechamente ligado con la entropía, y de ésta se sabe que es una función monótona creciente de la energía interna. Difícil sostener así que cualquier volumen infinitamente pequeño de este vacío pueda contener la información de todo el Universo. Pero bueno, todos parece que tenemos la necesidad de llenar cierto vacío y con palabras embaucadoras, y una dosis de misticismo, aún sin comprender todos los detalles, se nos despierta la curiosidad. Y por completitud añado una referencia a ello.
Al final todos tenemos en nuestra propias vidas que responder a la presión a veces y una cierta sensación de vacío otras. Precisamente de esta elevada presión y fastidioso vacío ha surgido esta entrada.