Otra de las actividades con las que el jurista y físico alemán Otto von Guericke se divertía eran las demostraciones basadas en los efectos de la electricidad estática producida al frotar ciertos materiales con otros. En ocasiones las demostraciones podían llegar a ser muy espectaculares. Los artefactos solían constar de una parte metálica rotatoria que por rozamiento con una tela o paño se cargaba eléctricamente y así todo aquel que se pusiera en contacto con ella. En ocasiones se llegaban a conectar en cadena varias personas y se conseguía, que al producirse el contacto, a una chica se le levantaran todos los cabellos, lo que resultaba desde luego muy llamativo.
Aunque aquello nada más empezara como un mero juego para el divertimento del gran público asistente, que a menudo lo consideraba como actos de magia, cuando esa nueva fuerza fue estudiada con mayor detalle y el hombre fue capaz de irla dominando, se abrieron las puertas al desarrollo de nuestra sociedad actual.
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