Este es uno de los primeros dispositivos que se inventaron para poder medir, aunque solamente fuera de manera aún bastante cualitativa, cantidades de carga eléctrica inducida. La clave está en enfrentar los dos extremos de una lámina metálica doblada por la mitad, como puede observarse en el interior del recipiente de cristal, de forma que ambas adquieren la misma cantidad de carga eléctrica a través de la vara de metal de la que pende, después de que ésta sea puesta en contacto con un cuerpo previamente cargado por rozamiento.
Ambos extremos de la vara de metal se cargan igualmente lo que hace que se repelan. Cuanto mayor sea el ángulo que describan en el espacio, mayor será la carga que les habrá sido transmitida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario