El hecho de que la integral definida de una función entre dos puntos A y B pueda expresarse como F(B) - F(A), dónde F(x) es la función primitiva o integral indefinida, cuya derivada es la función que se pretende integrar, se conoce como la regla de Barrow y es uno de los teoremas fundamentales del cálculo integral.
Por cierto, que Barrow fue uno de los profesores que tuvo Isaac Newton en la Universidad de Cambridge. Aunque no fue precisamente agradable el paso de Newton por esa Universidad, en la que se sentía decepcionado ya que la mayoría de sus estudiantes eran gente pudiente, sin ningún interés por cultivarse a si mismos y que solían pasar más a menudo por los burdeles que por las bibliotecas.
Pero vemos que no fue completamente en vano su paso por ahí para quien acabó sentando las bases del moderno Cálculo diferencial e integral.
Ocurre a menudo que quien quiere trepar a una gran cumbre en su vida tarde más tiempo en llegar a la cima que los demás, aquéllos que se conforman en quedarse donde están o sólo se plantean ascender a cumbres accesibles o a salvarse únicamente a sí mismos. Ellos pueda parecer que lleguen antes y pueden hacerle caer a uno en la duda y plantearse abandonar.
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